En mis peores días
los poetas me han dado lo mejor de ellos,
me arropan con cada letra
y cada punto es el lugar para abrazarnos.
Me he sentido embrujada,
pero con la poesía
he sentido la magia.
La poesía me ha dado la mano
y yo he sostenido el lápiz por ella.
La poesía ha besado mis heridas
y convirtió la sangre en tinta,
hizo que mis cicatrices se observaran artísticas.
La poesía ha sido mi rayo, mi chispa,
donde puedo brillar
hablando de mi oscuridad.
La poesía ha sido quien me dio sueños,
incluso a veces me despierta para escribirle.
En mis peores días
aún puedo seguir siendo quien soy:
una poeta,
aunque mi voz este desafinada,
aunque mis versos estén descompuestos,
aunque mis rimas ni siquiera rimen,
aunque mis estrofas no puedan quedar
y mis palabras estén sangrando
haciéndote cerrar el libro
creyendo que es la herida.
La poesía siempre será mi todo
por toda la nada que fui antes de ella.
Le debo todo lo que soy
y es todo lo que hago.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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