Poesía para

Salí con un chico

y me dijo que le escribiera una poesía,

podría expresar sobre la profundidad de su mirada,

pero nunca pude descifrar lo que trataba de decir.

Sus ojos solían tener una luz

y hubo un tiempo donde me permitió ver

la oscuridad de su ser,

así que tomé una hoja en blanco

para mostrarle que su historia seguía esperándolo.

Me conoció cuando me era difícil hablar sobre mis sentimientos,

pero a veces nuestros silencios gritaban,

ahora todo es un eco tratando de llevarnos al ayer,

somos mucho mejor de lo que alguna vez pudimos ser,

pero cada aprendizaje fue escrito a través de la sangre.

Solíamos ir a los mismos lugares,

solo las nubes cambiaban de forma,

ahora nuestros cielos se están volviendo claros,

ya no buscamos nuestras piezas,

nuestras rupturas eran espacios para respirar,

pero solíamos ahogarnos.

Recorrimos las mismas calles,

solíamos patear piedras por todo el camino

y a veces éramos tan molestos como una piedra en el zapato,

no sé si dejé alguna huella en él.

Solíamos recorrer las mismas calles

y tropezábamos solo para sentir que el camino había cambiado,

los faroles encendidos siempre nos hacían saber que solo éramos dos sombras.

Podría hablar sobre la profundidad de su mirada,

a veces sus ojos perforaban

y hubo una vez que vio una de mis heridas,

el vacío a través de la sangre,

clavó sus ojos ahí

como si pudiera cerrar mi herida,

pero solo la hizo sangrar

porque estaba avergonzada,

me costó tiempo aprender a confiar en él,

finalmente nuestras fallas de comunicación

dieron el adiós.

Podría hablar sobre la profundidad de su mirada,

no sé si trataba de ver algo más allá de los demás

o encontrarse a sí mismo,

así como yo.

Podría hablar sobre su frialdad

o de aquella noche de invierno

que fue el único que me sostuvo,

apuesto que él ni siquiera lo recuerda,

pero significó demasiado para mí

y si lo olvido, mi corazón se volvería a romper,

solo que ya no habría nadie que me pueda ayudar a sostener.

Hubo un chico a quien le conté un poco sobre mí cuando solía estar mal

y le dijo a los demás que estaba loca,

tal vez por eso jamás me he abierto por completo a alguien, por miedo,

pero con él era distinto,

nunca encontró las palabras para mí,

pero jamás me juzgó,

le decía a nuestros amigos que cuidaran de mí.

Nunca me dejaba lo suficientemente sola,

pero solía darme mi espacio.

Jamás se quejó que comiera demasiado lento

o que no pudiera terminar mi comida,

pero solía estar pendiente que comiera,

no sé si alguna vez me dijo que estaba demasiado delgada,

pero si lo hizo espero que no haya sido con una mala intención,

desde hace un año y medio hablar de mi cuerpo solo me rompe el corazón,

estoy un poco apagada mientras mis huesos dicen que aún puedo sostenerme.

Él entendía mis silencios

así que no me preguntaba cosas

con respuestas donde mi voz se cortaría.

Él leyó algunas de mis poesías

y le gustaron, incluso cuando escribía para otro,

solía escribir sobre cualquier persona,

ahora temo que este destinatario llegue a su destino.

Él me gustó por un tiempo,

pero esa no es la razón por la cual le guardo aprecio.

Podría hablar tanto de él,

incluso de nuestra nada,

pero tenía que expresarme

antes que el silencio nos consumiera otra vez.

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Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.

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