A veces me repito tu nombre,
parece que fue mi antigua canción favorita,
me sé cada letra,
pero el ritmo se perdió
y no sé qué tono usar.
A veces me repito tu nombre,
luego me quedo callada
porque no sé que más debo decir,
ni siquiera debí decirlo.
A veces me repito tu nombre,
es como aquella historia vieja
que siempre repito en mi memoria
porque alguna vez me hizo aprender tanto.
A veces me repito tu nombre,
siempre elijo mal las palabras
y pensé que nada sería más sincero que el silencio.
A veces me repito tu nombre,
es como si estuviera grabado en mí,
y, a la vez, fuera un disco rayado.
A veces me repito tu nombre,
jamás me escucharás decirlo,
jamás debí conocerlo,
conocí la pieza que siempre busqué,
pero era una pieza que no encajaba en mi rompecabezas.
A veces me repito tu nombre,
digo demasiado con tan pocas letras,
puedo decir lo que sea de cualquiera
y de ti lo único puedo decir es tu nombre.
Tal vez algún día me sientas llamándote,
pero nunca más me sentirás amándote.
No sé suspirar desde que pronuncié tu nombre,
de todas maneras todos mis suspiros siempre sonaban a ti.
Escribí tu nombre en mi piel,
¿cuándo se traspasó a mi ser?
Me es más fácil escribir tu nombre
que escribirte un poema,
tan siquiera tu nombre siempre lo escucharás y sabrás que te llaman a ti,
apuesto que no te gusta la poesía
y perderás tu cabeza tratando de encontrar los poemas
que alguna vez escribí para ti,
descubrí que mis poesías son más de quienes me leen,
porque mis letras a veces aciertan en sus historias
y yo solo soy una herida que sangra con tinta.
Podría escribir tu nombre en el cielo,
no lo haré, ya tienes todas las estrellas brillando para ti.
Quisiera ser tan valiente para escribir tu nombre
y solamente soy tan fuerte como para decirlo sin romperme.
A veces me repito tu nombre,
tal vez solo traté llenar el silencio,
tal vez solo busco tu voz en medio de todo esto.