Vida gris,
todo empieza a desvanecerse
y nos hemos estado convirtiendo en un pueblo fantasma.
Las calles están vacías
aunque se siguen escuchando las caminatas,
ahora estamos en otro camino,
¿de qué sirve retornar
si el tiempo no puedo regresar?
Vida gris,
los recuerdos
empiezan a ser olvidados,
solo queda el rastro
de las cicatrices.
Relámpagos sin luces,
truenos sin sonidos,
apagaste nuestro destello,
¿cómo que esta tormenta no te atormenta?
No sé si busco tu paz
o mi paz,
yo jamás estuve preparada para esta guerra,
estoy tan indefensa.
Los pájaros están posados en las tumbas
y se ponen a cantar para aquel que ya no puede oírlos,
arrancan una flor para entregarla
tratando de darle color a una cara pálida
y de mostrarle la luz a unos ojos cerrados,
cortan una de sus plumas antes de volver a tomar vuelo.
Nubes sin forma,
solo estoy matando mi tiempo.
Las canciones siguen sonando
y nadie las está cantando,
será mejor que apagues la radio
antes de quemarnos.
Nuestra colección de vinilos
jamás conoció los tocadiscos,
el miedo de romperte
no hace que no duela lo intacto.
¿De qué sirve conservar
las estaciones y las vías férreas
si ningún tren pasa?
Aún conservo el boleto
como si tuviera valor.
Una carretera tranquila
después de varios accidentes,
el semáforo está en verde
esperando que alguien llegue,
pero este solo es un maldito pueblo fantasma
donde no pasa nadie ni nada.
¿Cómo te convertiste en mi laberinto
después de haber sido mi mapa?
Ahora sufro de vértigo
cada vez que mis pies están en la tierra.
Vida gris,
todo empieza a desvanecerse,
pero si tiraste la llave,
la puerta sigue abierta.
"Tú me convertiste en un pueblo fantasma
lleno de recuerdos tristes
con cicatrices y grietas
donde una vez hubo luz, vida... risas."
Jessica González en Misiles: Crónicas de un Amor Roto
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