Jamás traté de tocar tu alma,
yo solo estaba tratando de poner las piezas de mi corazón
en un lugar donde fuera seguro,
lejos de todo(s), cerca de mí.
La sangre derramada se convirtió en tinta
y me limpié mientras me manchaba de ella,
claramente siempre habrá marcas.
De mis heridas hice una poesía,
abrí una historia tratando de cerrarlas,
jamás quise encontrar un fin, solo seguir.
Dices que encontraste mi alma,
pero yo la sigo buscando,
¿será que cada letra de mi poesía
escribió el anuncio
de “se busca alma extraviada, habrá recompensa”?
Finalmente sin alma, he encontrado valor en el ser que abandonó.
Comencé a expresarme a través de la poesía
cuando mi corazón dolía y no sabía lo que sentía,
continué cuando me volví tan indiferente a mis sentimientos
que luego me convertí en alguien incapaz de sentir,
así que jamás planeé hacerte sentir.
Dices que conoces mis sentimientos y emociones,
tal vez lo haces, solo que yo prefería hablar con el cielo que con mi corazón,
mis latidos tal vez son las estelas de las estrellas,
pero no porque nunca fueron para tanto.
Mientes cuando dices que tengo la habilidad de expresar,
soy especialista en callar
y no digo esto con orgullo.
No abro mi corazón en cada poesía,
lleva años encerrado
y solo le doy cuerda a los latidos
para que alguien pueda oír
lo que estoy tocando entre los golpes.
Dices que plasmó mi esencia en mi poesía
y ha sido la lucha de no saber quien soy
lo que me llevó a ser “poeta”.
Ya lo he dicho, comencé a escribir poesía cuando mi corazón se rompió hace 9 años (aunque ya estaba roto, pero con el fallecimiento de mi gran amor, mamá Mercedes me di cuenta de ello) y la poesía definitivamente no tuvo su mejor inicio (porque fue la peor época de mi vida), no fue por un amor, expresaba por necesidad, y temía que alguien encontrará mi poesía por la historia detrás de ella, de mí, pero publiqué unas frases desgarradoras en alguna parte y alguien, Luis, se sostuvo de ellas para acercarse a mí, infinitamente le estoy agradecida porque cambió mi perspectiva de (mi) muerte que traía mi poesía, por la vida que aún quedaba en mí, mi cariño jamás se cansa de él.
En sí, la mayor parte de mi vida he tenido miedo de ser vulnerable y con la poesía es todo lo que soy sin importar del destino o destinatario, pero también poco a poco la poesía me brindó seguridad y me fue liberador el compartirla, dejé de ahogarla en mí para que se desbordará y llegara a donde quisiera llegar, con quien quiera leerla, no hay un camino, ni plan, como dije el año pasado cuando compartí el rincón poemario “la poesía no puede llevar más lejos, ya me acercó a mí y si para alguien mis letras significan algo, mi historia como poeta ya está realizada”.
Gracias por leerme.
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