Ser débil sin derrotarme
Entrégame un rayo de sol
que me he envuelto en nubes
y me desvanezco en este gris.
Préstame tu sonrisa
o regálame un poco de alegría,
compárteme de tu risa,
la mía es un eco del ayer
y es tan lejana
que no puedo escucharla.
Muéstrame la ilusión,
quiero lamentarme por algo bonito.
Saber aletear no lo es todo,
enséñame a cómo tomar el vuelo,
quiero estar en lo alto,
sentirme bien por un rato.
Habité tanto en los vacíos
hasta que desaparecí,
no he hecho más que llorar
como si las lágrimas me pudieran ayudar.
No sé si sujetar las piezas de mi corazón
o aventarlas al mar para que el agua las cure,
¿qué tal si nunca más vuelven?
Enséñame a cómo apreciar lo bueno que fue
sin sentir un poco de nostalgia,
si todo es un recuerdo debo dejarlo en su sitio,
pero yo nunca he sabido a donde pertenezco
así que llevo a la perdición conmigo
hasta arruinar todo a mi alrededor
como si fuera un remolino.
Enséñame cuál es el camino correcto
ante esta lejanía que me tiene cayendo,
ni siquiera sé dónde estoy,
¿cómo funcionan las brújulas?
¿o es que conmigo nada puede funcionar?
Dime cómo permitirme tener miedo
sin ser una cobarde,
dime cómo ser débil
sin derrotarme.
Dime cómo dar mi confianza
sin que se clave una espada en mi espalda,
dime cómo sentir
sin querer arrancarme el corazón.
No me tienes que decir cómo ser yo misma,
solo muéstrame cómo dejar de ser tan insuficiente.
Estoy en un punto de mi vida que han existido ciertos cambios que me han desbalanceado y lo único claro que tengo de mí es que quiero seguir con la poesía, creo que hoy más que nunca estoy segura de esto, sé que la poesía no resolverá mis dudas, pero me hace sobrellevar la vida mejor. Así que hasta donde mi inspiración me lleve, ahí estaré. Ojalá este año sea muy poético. Mi prioridad este 2022 es darme el tiempo y espacio, hay mucho que componer y tiene doble significado.