Siempre he visto a las mariposas volar por el exterior,
pero jamás había sentido una mariposa volar en mi interior.
Siempre había visto a las aves volar,
pero jamás tuve alas para poder volar
y nunca me interesó hacerlo,
pero siempre estuve en las nubes
porque me distraía en la tierra
y me atraía el cielo.
Siempre estuve en alguna nube que no era de algodón,
siempre estuve en una nube de cristal,
caí de ahí y me rompí
en mil piezas, en millones de cristales,
perdí todos esos pedazos
y encontré el llanto.
Siempre he admirado el cielo,
lo contemplo de lejos,
lo miro como si fuese una obra de arte
y si una mano pudiera tocarlo crearía un desastre.
Yo siempre he estado en el suelo,
volar por el cielo nunca ha sido mi sueño,
¿cuánto tiempo podrían aguantar mis alas en el viento?
Quiero contemplar lo inalcanzable,
si estuviera allá valoraría lo que tengo.
Me he sentido en el cielo
y disfruto de ese momento,
porque yo tengo al infierno.
Siempre he visto imágenes de ángeles,
ellos con sus alas y luz celestial,
¿Dónde se esconden tus alas
y por qué no te gusta mostrar tu luz celestial?
Siempre he escuchado sobre las fantasías y las creía de niña,
supongo que estoy reviviendo ese tiempo
porque mi realidad parece una fantasía por la ilusión,
pero de niña no creía en el amor,
tal vez es la razón por la cual el amor no cree en mí.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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