La tinta limpió nuestros sentimientos,
aquella hoja fue el vendaje de nuestras heridas,
ahí quedaron las marcas,
sellamos la carta con lágrimas
porque la saliva ya no servía de nada.
El mensaje nunca llegó a ti,
no sé si cambiaste de dirección
o tengo que cambiar de destinatario
porque no existe el destino
y nos perdimos en el pasado haciendo promesas de que haríamos todo
cuando estuviéramos listos mientras nos hacíamos (más) tontos en el momento.
El mensaje nunca llegó a ti,
pero ninguna palabra volverá a mí,
donde estaban tus pisadas
queda la huella del silencio.
Aunque las palabras se borren,
los sentimientos,
inclusos aquellos que solo expresan nuestro vacío,
nunca desaparecerán.
Me llenaste de tinta
y vacié mi sangre
para estar a mano,
pero solo estuvimos a unos pasos.
No importa lo que la tinta exprese,
en la sangre hay más verdad,
ninguna herida es una mentira,
solo las caricias.
Se borraron nuestras palabras,
no importa la tinta,
aún queda mucho en la sangre.
Es un desperdicio aquellas hojas que dejamos en blanco,
pero siempre aprovechaste tu flecha para mi blanco perfecto.
Mañana será mejor,
con suerte cuando llegue el amanecer
algo en nosotros se aclarará
o daremos otra oportunidad para sentirnos bien.
¿Fue tu partida lo que me partió
o el sentirme sola me hizo recordar el vacío?
Estar solo no es el problema,
es la batalla con uno mismo
mientras se dice que no se necesita de nadie,
pero tanto tú y yo recurrimos a la poesía
buscando la compañía de alguien
que también se siente solo.
En las noches fuimos plateados
y en las mañanas fuimos dorados,
¿cómo es que dejamos de brillar tanto?
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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