Soledad
Jamás estuve hecha a tu medida,
solo fui un producto para tu soledad.
Jamás había deseado tanto un olvido
como ahora mismo contigo
y no es que lamente haberte conocido…
tal vez sí, pero ya nada puedo hacer,
más que esperar a que se calme mi sangre
para recordar que no todo fue guerra,
aunque sé que estas heridas jamás van a sanar.
Tu respirabas
en mi desaliento
y nunca me sentí tan viva
como cuando ya no estuviste en mi vida.
Quiero saber,
¿las cosas que te recuerdan a mí
están hechas de lo que soy
o de lo que no supiste darme?
Creo que jamás entendiste el problema,
¡vaya mierda!
Supongo que nuestro mirador
no tenía protección,
caímos en lo profundo
y jamás tuve miedo,
ahora no puedo parar de temblar,
era obvio que nos iba a soltar.
No estoy buscando salvación,
lo sabes bien,
solo quiero encontrarme
finalmente.
¡Qué bonitas son tus palabras!
ahora dime algo sincero,
que no he sido más que angustia
entre las dudas.
Esas noches me resultaron una pesadilla,
solo pude dormir porque me había agotado de tanto llorar
y ahora lo sé bien,
no me queda más que aprender a olvidar.
Sabías las partes que dolían
y ahora no puedo estar más rota,
al menos en este tiempo he podido sanar,
serán mis miedos e inseguridades los que no podré superar.
Que bueno que no me pediste perdón,
de todas maneras no iba a dártelo.
Sé que te dije que estábamos bien,
pero no quiero saber de ti,
no después de cómo tratando de justificarte,
lo empeoraste.
Cuando saqué todo a flote tratando de salvarnos,
solo nos hundimos más y más,
tú sabes nadar y yo naufragar,
estamos bien, eso no pudo haber resultado peor.
Nuestra vida compartida
se convirtió en una revuelta
y ahora solo tú vuelas.
No puedo fingir que jamás exististe
aunque creo que nada fue real,
dame el olvido como premio
por todo lo que perdimos.