Tal vez lo único que somos
es una sombra,
a veces mi luz cambia,
mi brillo se apaga
y mi oscuridad no siempre me aterra,
pero la sombra siempre me atrapa,
¿es un hogar o una jaula?
Tal vez lo único que soy es una silueta,
todo lo de alrededor cambia
y dentro de mí
no sé quién soy yo.
Tal vez lo único que tengo es un palpitar,
mi corazón no se sabe entregar
y entre sus piezas aún hay algo que arreglar.
Mi recuerdo resuena en tu cabeza,
pero entre el silencio me sueles olvidar,
soy un tiempo que no sabe perdurar,
ojalá (me) sepas perdonar.
Estoy en el mismo escenario,
pero he dejado caer mis armaduras,
es la misma hora,
¿me darás un momento más?
Suelo desear el final,
pero quiero que tarde en llegar,
si te vas sabré entenderlo
porque si no lo haces tú, lo haré yo.
Confundí las agujas con los dardos,
todo me atraviesa
porque no hay nada en mí
y no sé desde cuando ha sido así.
A veces necesito sangrar
para sanar
y está bien,
pero no quiero que
mi sombra te absorba.
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