Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
tal vez a mediados de julio
terminaremos hablando en mi cochera
sobre las cosas que últimamente
han estado rompiéndome la cabeza
y por primera vez espero no tener la razón
porque me desgarraría el corazón
de una manera tan abismal
que todo en mí se sentirá tan mal.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
tal vez te hablaré desde el dolor que clavó cierta inseguridad
y sonreiré esperando que me digas que solo estoy pensando de más,
tal vez tú guardarás silencio esperando encontrar las palabras adecuadas,
pero tu comentario se volverá un tanto cruel
y yo reiré ante tu justificación,
¿realmente escucharás lo que me dirás?
por favor, ten cuidado, que posiblemente esas palabras jamás saldrán de mi mente
y me convertiré en un espectro por un rato,
¿realmente escucharás lo que me dirás?
dilo, no te preocupes, ya me había volado la cabeza
antes de que tu bala pudiera atravesarla,
y algún día estaré bien,
aunque por un tiempo iré preguntando si yo exageré la situación,
si fui yo quien la detonó,
todos me dirán que no,
eso siempre me desgarrará
y nunca lo sabrás.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
en esa noche cuando te vayas
dirás que necesitaremos hablar luego de eso
y yo diré que me avises y ahí estaré,
yo siempre estoy, ¿verdad?,
pero no hablaremos por un par de semanas
y entenderé tu silencio y de ti no esperaré más,
porque dije lo que tenía que decir
y tal vez no queda nada más en mí.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
a casi mediados de septiembre revisaré mi correo
y encontraré una carta que habrás escrito a finales de julio,
entonces yo tendré la culpa del silencio
y te escribiré diciendo la verdad,
que tu correo se había perdido entre tanta publicidad
y que si aún quieres, podemos hablar.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
leeré aquella carta donde dirás
que me agradeces por la conversación
e introspección,
y en base de mi compresión lectora
no habrás entendido el conflicto que desarrollé
o que estoy desarrollando, justo ahora.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
nos reuniremos en una cafetería con jardín y colibríes,
llevarás una lista de cosas qué aclarar
y hablaremos,
trataremos de solucionarlo,
tal vez podamos,
quiero hacerlo,
¿acaso nos estamos deshaciendo?
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
después del café iremos a un parque
y estaremos en los columpios viendo a niños jugar
y nos daremos cuenta que jamás nos veremos crecer,
han sido buenos cuatro años, ¿no lo crees?,
¿podemos alargar el final
solo porque hay una pequeña esperanza
entre nosotras?
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
dirás que en el distanciamiento
sabías que estaba despierta en las madrugadas
y que podíamos haber hablado,
pero que no querías hacerlo,
y yo me confundiré un poco más
y tal vez esto jamás se solucionará.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
tú y yo retomaremos la amistad
por un tiempo más
y por otras razones de la vida
me sentiré fatal en los próximos meses,
en noviembre te mandaré mensaje
diciendo que me he estado sintiendo tan desgastada emocionalmente
y que tengo miedo a recaer en aquel secreto que te conté en abril,
y no lo haré,
aunque ese pensamiento jamás lo dejaré atrás,
me suele provocar en mis momentos más oscuros,
solo que no caigo en la tentación de mi depresión,
no puedo ceder ante lo destructivo de mi ser sabiendo que no estoy sola.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
después de mandarte mensaje
le volveré a escribir a mi ex-psicológa
preguntándole si puedo retomar terapia,
mis tiempos de ese momento no se ajustarán
y la vida seguirá,
como siempre lo hace.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
en noviembre Taylor relanzará Red,
un álbum muy desgarrador para el desamor,
pero lloraré con álbum de Gracie
porque me sentiré igual o peor,
sobretodo con Hard To Sleep y Camden,
en otras canciones habrá otras líneas
que me definirán
y mi sombra resaltará,
en alguna de sus líneas en otras canciones
ella me dirá que este es nuestro final
y no lo quiero aceptar.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
mi corazón estará siendo un tornado
para que mis pulmones entreguen todo el aire
y no me quede nada en ese noviembre.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
tú irás a mi casa y me preguntarás
sobre lo que me estará haciendo sentir fatal,
estarás tan casada que no escucharás casi nada,
cuando nos vayamos a dormir
me dirás que no entendiste el enredo
y que lo cuente de nuevo,
diré que no está pasando nada,
diré “buenas noches” y nunca más volverás a quedarte a dormir en mi cama
ni yo en el sofá cama.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
en diciembre escribiré una carta
y no sabré cuando entregarla,
tú me visitarás de sorpresa un domingo
aprovechando que estarás cerca de mi casa,
me mostraré un poco distante
y dirás que hay que planear algo,
yo no sabré qué contestar,
porque se me ha hecho muy difícil dejar esto atrás,
tú sospecharás con mi actitud que algo anda mal,
que estamos acercándonos al final.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quiero aceptar,
en diciembre escribiré una carta
que no sabré cuándo entregarla,
será un domingo porque es cuando estás libre,
será en la madrugada, a las tres me parecerá buena hora
porque tú estarás dormida,
Charlie me mandará mensaje media hora después
preguntándome por cómo estoy
y me parecerá raro ya que muy rara vez él y yo hemos conversado
aunque se ha ganado mi aprecio,
no sabré qué contestarle, no tenemos esa confianza para abrirnos,
le diré que estoy bien,
sí, mentiré y tal vez estará bien.
Tal vez hemos llegado al final
y lo has empezado a aceptar,
esa tarde compartirás en tu cuenta privada
la canción Lo Que Construimos
y espero que hablemos más de eso (lo que tú y yo construimos)
en vez de lo que destruimos,
porque hubo tantas cosas increíbles
que sería una lástima seguir echándolo a perder.
Tal vez hemos llegado al final
y no lo quieres aceptar,
tú me responderás aquel mensaje
diciendo que te tomarás un tiempo
para procesar todo lo que dije,
no responderé eso,
¿hay algo que responder cuando ya expresé todo
y detallé cada matiz de mi alma gris?
agradecí el tiempo de los últimos cuatro años
y por el espacio que para mí hubo en tu corazón
y una disculpa por estarlo rompiéndolo.
Tal vez hemos llegado al final
y lo aceptarás,
tú me escribías agradeciendo la vida compartida,
la vida seguirá
y seguiremos ahí,
aunque no de la manera que quisimos,
cercanas como las hermanas y amigas que fuimos.
Tal vez ya habremos llegado al final
y días después G me dirá que vayamos por un café y aceptaré,
aprovechará para preguntarme por ti,
le diré que hubo un lazo que rompí
y me dirá que le contaste algo,
será sobre la gota que derramó el vaso,
tú creíste que era todo el océano en ese entonces,
le contaré que la mayor parte de nuestra amistad sentí que me excluías
sin importar que haya sido una de las cosas más importantes en tu vida,
y a la vez siempre querías estar muy incluida en todos los aspectos de mi vida,
ese fue el problema que hablamos en julio,
ese fue el problema que hablamos desde antes,
y contigo jamás me alarmé hasta que sonaron las sirenas,
y no esperé que su lealtad estuviera con mi amistad,
sabía que él podía contarte lo que le conté
y estaba bien, porque tú ya lo sabías,
jamás contaría algo que no te haya dicho antes,
porque tal vez mi lealtad sigue estando en tu amistad
aunque ya no seamos amigas.
Después de ese café, en un mes más romperé mi amistad con G
porque se comportará como un verdadero imbécil
y me hará enojar aunque trataré de mantener la calma
para escapar sin problema,
tú sabes que yo no me suelo enojar,
y si él te cuenta que fui culera con él
por cosas que posiblemente dije,
sé que yo tendré tu lealtad,
tú sabrás comprender.
Tal vez ya habremos llegado al final
y a finales de diciembre iré a Imala
con Aldair por la fiesta de Yuni,
ella también te habrá invitado
y estaré un poco ansiosa por si te veo,
habrá pasado tan poco tiempo
que no quiero que se vuelva incómodo,
¿tendría que hablarte como si nada hubiese pasado
o guardaremos silencio por lo que se rompió?
de todas maneras no irás
y cuando yo vuelva a Culiacán
llegaré a Caffenio con Aldair,
hablaremos de cualquier cosa
y cuando él vaya al baño
yo tomaré mi celular y entraré a Instagram,
la primer publicación que me aparezca me dejará en shock
y te querré avisar del gran chisme,
no lo haré, habrán pasado un par de semanas
y no te hablaré nada más para avisarte de eso,
sería demasiado tonto,
solo me quedará estallar por dentro,
Aldair volverá al asiento y fingiré que no me enteré de nada,
querré comentarle la noticia
y tendré miedo hacerlo,
sería demasiado incómodo porque se trata de su ex,
sí, la que nunca nos cayó bien,
¿no crees que ella debió quedarse con los niños perdidos?
Sé que ya llegamos al final,
en año nuevo me mandarás mensaje
y lo responderé con gusto,
nos desearemos una bonito 2022,
compartiremos la última línea
que será sobre un abrazo
junto con un te quiero mucho,
esa es toda la verdad.
Hemos llegado al final
y escribí un poema
donde hablé sobre ti
y lo difícil de la decisión de dejarte ir,
sabes cómo odio que los poemas se vuelvan personales,
darles la historia y no buscar otra representación,
en febrero me llegará la notificación
que tú respondiste a ese poema,
ni siquiera me esforcé en que no se notara que fuera para ti,
supongo que se debe a la confianza que aún te tengo,
y sé que leeré con miedo tu respuesta
porque tú también tienes derecho de expresarte y enojarte,
no se tratará sobre si el poema que te escribí era bueno o malo,
puedo reescribirlo si quieres,
buscar buenas metáforas
y encontrar tantas rimas
que nadie busque tu nombre,
es la historia la que no puedo cambiar,
y tienes todo el derecho de enojarte,
es por eso que no me atreveré a leer lo que pusiste
hasta tomar un respiro, me sorprenderé con la respuesta,
terminará con un “gracias por salvar(nos)”
y me daré cuenta que entre nosotras
no quedará dolor, sino amor
y lo valió.
Hemos llegado al final
y recordaré que al principio de nuestra amistad hubo un presagio,
cuando te presté un libro
“uno siempre cambia al amor de su vida,
por otro amor o por otra vida”,
tiempo después diremos que somos el amor de nuestra vida, versión amiga,
y ahora que esto ha terminado,
cambiaremos de amor y de vida,
si el destino existe
seguramente es un comediante,
¿nuestro final estaba desde el inicio?
tal vez no había nada más qué hacer
sin importar cuánto nos esforzaremos para que funcionara.
Las personas me preguntarán por ti
y les diré que estamos bien,
aunque ya no estemos.
Las personas me preguntarán
que si nuestra amistad se hubiera salvo
si aquellos colapsos de ese tiempo
no hubieran pasado,
yo les respondo que no,
tú sabes que tarde o temprano iba a suceder,
no fue mi estado mental el que me hizo romper el lazo,
fueron otras circunstancias,
las mismas que nos hacen conscientes
que tú y yo no tenemos esperanzas,
no hay nada que entre nosotras se pudiera salvar
más allá del amor que protegeremos del dolor que causamos,
tienen razón cuando dicen que el amor es no dejar ir
y tienen razón cuando dicen que el amor es dejar ir,
depende del caso
y sabemos que lo intentamos.
Sé que ya llegamos al final,
a principios de abril
me encontraré a tu mamá
y tendré miedo por cómo ella pueda reaccionar,
jamás fui de todo su agrado,
pero me sonreirá en cuanto me vea
y me saludará con entusiasmo,
hablaremos un rato,
me dirá que has estado muy ocupada
y que no pudiste ir a recoger la toga y birrete,
me preguntará si sé cuánto mides,
le diré que 1.59 metros,
pero para que no batalle con la talla
le diga a tu hermana que se lo mida,
igual comparten ropa,
ella dirá algo como que incluso
ya no estando en tu vida
sigo salvándote un poco el pellejo,
me reiré del comentario
y le diré que nos vemos en el acto académico,
que te envíe mis más sinceros saludos.
Me encontraré a tu hermana mientras salgo de sitio
y nos sonreiremos con gusto,
la vida estará bien,
nosotras estaremos bien,
nos hemos salvado al perdernos, ¿no?
En el acto académico compartiremos la misma fila
y no querré mirar a donde estás,
porque no sé cómo debo actuar
¿tendría que hablarte como si nada hubiese pasado
o guardaremos silencio por lo que se rompió?
la ceremonia se vuelve un tanto aburrida
y yo ni siquiera iba a ir,
después de recoger mis papeles
tendré que pasar a tu lado
para volver a mi asiento,
diré “con permiso” mientras sonrío
y tú me pedirás permiso para abrazarme,
nos felicitaremos por habernos graduado.
Hemos llegado al final,
después del acto académico
me acercaré a saludar a tu mamá y hermana,
haré un tiempo con ellas mientras te espero,
mi mamá te felicitará y hablaremos un rato entre familias
hasta que nos darán un poco de espacio,
hablaremos de todo o de nada,
no será un momento incómodo como creí
ni melancólico,
será como si nada hubiese pasado
aunque el fondo lo sabemos,
hablaremos con tanta confianza y felicidad
hasta que nos toque despedirnos,
sabiendo que posiblemente no volveremos a reencontrar
y sabiendo que si coincidimos, nos sonreiremos como quien dice “gracias por todo”
y el haber llegado a nuestro final, habrá valido la pena,
en esos momentos fugaces sabremos que nos dejamos ir con amor
y dejamos ir el dolor,
el amor se quedará
aunque jamás vuelva a ser compartido,
y estaremos bien.
Todo ha acabado,
nos felicitaremos en todos nuestros cumpleaños,
siempre nos desearemos una buena vida
y esperaremos seguir viéndonos crecer.
Espera,
hubo otro presagio,
estuvo en la canción que en algunas madrugadas me hizo llorar
mientras yo misma me decía que no era para tanto,
que podría sobrellevarlo
mientras sonaba Hoax en el fondo,
y el día que cumplas 24 años
habrá un eclipse solar
y me dirá que no estaba exagerando,
porque tú siempre supiste que todavía me dolía
debajo de mis cicatrices
de cuando me despedazaron
y lo que tú hiciste fue igual de cruel,
habrán pasado dos años y estaré bien,
te dejaré un mensaje diciendo feliz cumpleaños
y siempre lo haré,
estaremos bien,
ese fue el trato cuando todo acabó.
Hace tiempo Tom Odell compartió The End y ya que él dijo “tal vez hemos llegado al final… ¿podemos hablar? ¿Está bien? Si tienes tiempo conozco un lugar … parque” Dije: ¿será esta una señal para escribir un poema que no es necesario y tampoco innecesario? Tal vez sí, tal vez no, entonces escribí.
Es de mis poemas más largos y no tuve ningún conflicto al escribirlo (bastante raro de no tener conflictos personales para escribir sobre algo personal y bastante raro no tener conflictos para escribir continuo) y creo que a la persona no le molestará que lo haya escrito, espero, y no espero que lo lea, aunque ya lo sabe. (Ojalá tome como cumplido cuando dije que no me atrevería a ser tan extensa con otra historia y persona, bendito privilegio que quien sea no tiene.
Muy posiblemente este poema está bastante mal escrito, por los tiempos y la gramática usada, y da igual porque es pasado, si hay un error no cambiará, y si todo estuvo bien de todas maneras la historia no cambiará y está bien.
En mi defensa, a pesar que sea la única persona que tengo derecho a retomar la historia y convertirlo en un poema, no puse el nombre de la persona así que tal vez esta historia es ficticia, sí.
Nada más, paz.
Comments