Te perdono,
no porque tú lo merezcas
sino porque he guardado tanto rencor por ti
que ya no hay espacio para mí.
Te perdono,
la vida es demasiada trágica para seguir guardando rencores,
mi corazón necesita sentir más amor
y menos tristezas o corajes.
Te perdono,
en este juego pierde quien acumule más rencor,
tal vez con tanto dolor me convierta en alguien como tú,
infeliz en el mundo rompiendo almas.
Me rindo,
jamás podré cambiarte,
no puedo hacer nada por ti más que perdonarte,
aunque eso no arregle ninguno de los daños que tienes,
podrá curarme de las heridas que me causaste.
Todo el daño que me causaste lo he remarcado con mi rencor,
tú hiciste el margen de mis heridas,
pero he sido yo quien no ha salido de ahí.
Te perdono,
porque quiero ser libre,
soltar lo que me pesa.
Mi perdón no se trata de un reencuentro
sino de una despedida.
He decidido adornar el vacío que me dejaste,
quizá así mis piezas rotas puedan ser reparadas
o entre tanto adorno crea que estoy llena.
Te perdono
porque me he condenado a hacerme daño
con tanto rencor y tristeza,
porque si no puedo estar tranquila con alguien
no puedo estar en paz conmigo misma.
Te perdono,
porque el rencor me une a ti.
No te perdono porque te quiera o porque yo sea buena,
te perdono por egoísmo,
porque es lo mejor para mí.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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