Lo complicado del primer "te quiero" es que no sabes si estás en un buen momento, como se lo tome la otra persona, porque en el fondo queremos escuchar "yo también te quiero" o "yo te quiero más".
Quizá lo más difícil es el último "te quiero", porque somos inocentes por no saber que no habrá otra palabra para expresar lo que sentimos, somos inocentes por no saber que todo ha acabado, y a la vez somos inteligentes para saber que no será suficiente el llenar de palabras, porque ya nos vaciamos o ya no somos ese pedazo. Que complicado es hacer una despedida mientras el corazón está alegre por la oportunidad que tuvimos, y tristes porque nos estamos dejando ir, quizá no sea lo mejor pero estaremos bien. Tal vez querer no sea suficiente, pero nos hace mejores, y deseo que un latido mío le haya inspirado a mi amado.
"Te quiero”, le confesé.
¿Desde cuándo?, me preguntó. "Desde que no tengo miedo de abrir mi corazón y hasta cuando me atreví a estar en frente de ti, decirlo con seguridad. Tú me haces sentir tranquila y a la vez, emocionada".
...
"Siempre te voy a querer”, le confesé.
"¿Aunque encuentres a alguien más?” me preguntó.
“Nunca perderás lo que me hiciste sentir, eres el amor que me hizo encontrar mi corazón, aunque estés en un rincón, seguirás estando, incluso cuando mis latidos ya no llamen tu nombre ni se aceleren por tu voz. Siempre te voy a querer, amor” expresé.
...
“Te quiero, te quiero, te quiero”, le susurré con lágrimas.
“¿Por qué lo repites tantas veces? ¿Estás dejando de sentirlo que lo dices para tenerlo en tu corazón?” me preguntó.
“Tal vez solo quiero tu libertad” finalicé.
“Yo también te quiero, gracias por todo lo que pasamos juntos” me quedé sin palabras.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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