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Tengo la edad de

Dices que ya no soy una niña para soñar,

déjame decirte que estoy en la edad de hacerlo realidad.

Dices que ya estoy en la edad de tener una relación,

déjame decirte que estoy en la edad de sentir amor.

Dices que estoy en la edad de trabajar,

déjame decirte que estoy en la edad para dedicarme a lo que me hace feliz.


Dices que estoy en la edad de salir,

pero es tiempo de saber que está dentro de mí.

Dices que estoy en la edad de tener poder,

pero yo solo quiero sentir magia.


Tengo la edad que siento,

es el tiempo de tenerme.

Tengo la edad de aún seguir creyendo,

me defraudare pero aún tengo tiempo.

Tengo la edad para arriesgarme,

equivocarme y destrozarme si quiero,

pero no dejare de amarme por los defectos que tengo

o por los errores que cometo.


Tengo la edad de tener voz

y entender silencios.

Tengo la edad de vencer los miedos

y apostar por mis sueños.


Tengo la edad de explorar lo desconocido

y dejar de ir a donde mismo.

Tengo la edad que dice un papel,

pero mi mentalidad está en mis palabras.


Tengo la experiencia del pasado

y los deseos que tendrán realidad.

En todo este tiempo solo ha importado cuánto he vivido y amado.


Tengo la edad de tomar las cosas con calma

y mantener mi esperanza para el mañana.

Tengo la edad de desear ser espiritual en vez de alguien religiosa.


Tengo la edad de admirar,

de tener interés

y sentir la magia por los detalles.


Tengo la edad para crecer

y vivir todo sin miedo a nada.

Tengo la edad de ver más allá

y atraer el alma.


Tengo la edad que siento

y la edad de lo que quiero vivir.


Tengo la edad para gozar de mi vida,

tengo la edad de mis piezas rotas,

tengo los años de mi daños

y la inocente felicidad.


Tengo la edad de dejar de contar mis años

y contar sobre lo que (me) ha pasado,

llenarme de historias

y vivir cada cosa.


Tengo mis sueños, mis poesías,

mi sentimientos, mis anhelos,

mis ilusiones y decepciones.


A mí me forman los cuento que me contaban mis padres antes de dormir,

y la poesía que me hace despertar para levantar mi realidad.

A mí me forma el amanecer aunque yo me rompa en el anochecer.

A mí me forman los detalles y lo inesperado.


Yo sigo siendo las lágrimas de quien fui de niña,

pero estoy en la sonrisa de quien me he convertido.


Tengo la edad para vivir lo que quiera en mi vida

y seguir deseando estar en sueños.

Tengo la edad para sentir

y disfrutar de mis emociones.


Tengo la edad para seguir soñando

como una niña chiquita,

y tengo la edad para despertarme cada mañana

y acercarme al hoy que quise desde ayer.


Tengo cifras en mi edad,

pero me siento infinita,

he vivido sin contar cantidades,

yo solo cuento los sucesos

hechos de realidad y de sueños.

Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación puede ser muy distinta, siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te gusto o lo que quieras. ¡GRACIAS POR LEER!

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