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Todo lo que conocía

El 13 de julio nos dijeron que debíamos rendirnos,

pero en ese tiempo el aferrarme (a ti) era todo lo que hacía.

El 13 de julio trataron de envenenar mi alma sin la esperanza

de que tu cuerpo sería libre, ahora soy prisionera de su ausencia.

Tus manos en las mías era todo lo que conocía,

mi corazón entre tus manos era todo lo que tenía,

la yema de tus dedos guardaban mis lágrimas,

¿cómo expreso mi dolor?

¿cómo vacío mi vacío?

Contaste los días para tu gran final,

cuando se cerró el telón y la caja lloré como nunca antes,

lancé una rosa a mi gran estrella,

el panteón que fue el auditorio estaba lleno,

no había duda de la vida que nos entregaste a cada uno de los espectadores.

En tu funeral recibí tantos abrazos,

pero el único que necesitaba era el tuyo.

Tus abrazos eran mágicos,

estaba tan aterrorizada que rechace cualquier muestra de afecto.

Tu cuerpo acostado,

todos caímos enfrente de él.

Tu cuerpo descansando,

el cáncer ya no extenderá.

Apagaron el sol que eras,

encendiste la soledad de mi luna.

Apagaron el sol que eras,

tú viste la luz al final del túnel,

pero nos dejaste perdidos entre su oscuridad.

El 13 de julio acabó tu vida,

pero hasta el 24 de agosto nos enteramos y te enterramos.

El 13 de julio fue tu último día de pie

y el 24 de agosto perdimos todo nuestro camino.

Tus brazos alrededor de mí

era todo lo bonito que habitaba aquí.

Tus manos en las mías era todo lo que tenía,

pero tú querías más:

vaciar tus manos para que se convirtieran en alas.

Mi corazón entre tus manos era todo lo que tenía,

pero tú querías más,

soltar todo lo que te retenía

para ir al paraíso de ensueño

donde tienes que dormir eternamente para entrar.

Te amo tanto,

tanto,

tu ausencia me hace sentir sola,

pero me acercó al corazón que amaste

para sentirte cerca de mí, aquí.

Te amo tanto,

tanto,

tu vuelo solo rompió mi corazón,

pero protegí mi amor entre tu velocidad y distancia,

no le paso nada al amor.

Te amo tanto,

tanto,

que cada año que pasa me vuelvo vieja

y ellos también me dirán “Doña Mercedes”,

así que seré como tú

solo que en mi versión.


 

Hace unos días observe esta foto, mis ojos se llenaron de lágrimas, pero decidí sonreír ante el bello recuerdo, en ese momento todo estaba bien, tenía lo mejor de mí junto a mí ¿Qué más podía pedir? Sin ella no hay espíritu navideño, ningún regalo llenara su silla vacía, ninguna luz navideña prendera el brillo de sus ojos, ningún villancicos me hará oír a mi ángel. Es difícil en estas épocas no estar nostálgica por lo que fue y por quien se fue.

Te amo, M, siempre lo haré.


 

Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.


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