Todo se va…
esas nubes,
esos atardeceres.
Me acaricias con el pincel
sin (llegar a) pintarme,
yo sentí las cosquillas
y fuiste tú quien se estuvo riendo,
ahora no hay ningún hilo de tu voz
sosteniendo a mis palabras,
ni nada.
Las estrellas fugaces
y la eternidad
han dejado de esperarnos ya.
Todo se va,
¿qué sostiene el nido:
las ramas o el árbol?
Todo se va,
este silencio aguarda,
perdimos las palabras.
Está a punto de amanecer
y no sé en dónde colocar este oscurecer
que me acobija,
dejaré que esté en mí,
ya (que) no estás aquí.
Todo se va,
esta mirada ya no busca a tus ojos,
solo encuentra un vacío
que pretende ser un nido.
Todo se va
y no sé con qué quedarme.
Todo se convierte en una despedida
que nos despedaza,
pero empezarán nuevas piezas,
ojalá sepamos cómo acomodarlas,
aun cuando no encajen,
hoy no importa,
mañana tal vez sí,
hoy descansa,
mañana todo se irá.
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