Todos los días
- ANMIR MARTZ
- 23 oct 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 19 jun 2024
Todos los días
renuncio a ti,
por siempre.
Y mi corazón sensible
es tan manipulable,
aquí estás otra vez
tratando de moldearlo,
esta vez no vas a romperlo,
no puedo permitirlo.
Y mi corazón sensible
se vuelve tan tonto a veces,
y dudo mucho
que puedas hacerme cambiar de opinión,
tú sabes lo que has hecho,
¿quieres discutirlo?,
¿tratarás de conseguir perdón
o solo quieres volver a tener el poder?,
y aquí viene otra manipulación
cuando de tus actos no puede existir explicación.
Todos los días
pronuncio el “adiós”
y siempre hay una contestación
desde que no dices “hola”,
no hables ahora,
me acabo de dar cuenta
de la paz que guarda tu silencio,
¿por qué siempre había balas en tus palabras?
y yo siempre estaba tratando de esquivarlas
creyendo que esos movimientos eran parte de un baile,
el baile de la destrucción,
y cuando soltaste mi mano
pudiste realmente salvarme.
Irse no es un paso que das,
es todo el maldito camino,
es cierto que de vez en cuando
tropiezo con tu recuerdo
y es cuando me repito que
“irse no es un paso nada más,
es todo el maldito camino”,
al menos no es el infierno,
¿alguna vez estuvimos en el cielo
o estar en las nubes me hacía creerlo?
Todos los días acaricio el cuchillo
en vez de retirarlo,
no es que elija estar herido,
es que no quiero creer que si he sanado
entonces tú podrás lastimarme otra vez,
porque eventualmente lo harás,
¿cuánto más?
Así que déjame sanar a mis formas,
estaré bien,
esa fue la última vez
y ha pasado tanto tiempo
desde que todos los días
renuncio a ti,
por siempre.
A veces te cubre la nostalgia
y quieres volver a desnudarte.
A veces te nublan los recuerdos del arcoíris
olvidando la tormenta gris.
Porque he encontrado la llave de nuestros recuerdos
y no volveré a abrirme contigo,
esos ya no somos nosotros
y lo haría peor saber que no has cambiado,
porque no tendría sentido intentarlo,
solo es cosa del pasado.
Supongo que he cambiado
y sé que no es que me quieras conocer,
solo buscas saber que aún me puedes poseer,
otra vez.
Y no se trata de la libertad,
sino de la paz.
Y tiendo a dejar que me encuentres
y tiendo a permitir perder mi ser
por ti,
eso fui.
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