Hay una máscara en mi habitación,
hace poco me la necesitaba poner
necesitaba cubrir mi cara para que no me viera lo pálida que estaba,
necesitaba ponerme esa mascara,
pero era de material tan frágil
que iba a romperme
e iba a destrozar mi vida también.
Necesitaba ponerme esa máscara,
pero como todas las máscaras
hay dos espacios para los ojos
y en ese momento, los míos estaban vacíos,
pero con algún recuerdo se llenaron de lágrimas.
No podías ver mis lágrimas caer
porque estoy de pie
y tú en la distancia.
Hay una máscara en mi habitación,
debería usarla.
Mis pestañas tenían más lágrimas
que lo que aguanta de rímel.
Mis ojos tenían más lágrimas
que brillo en la mirada.
Necesitaba una máscara para ocultar mi rostro,
pero podría haber usado maquillaje y arreglado el desastre,
pero aún no hay nada que le pueda dar brillo a la mirada
cuando en ese momento la oscuridad nace y nos hace,
aun no hay nada que arregle los ojos
que apenas han sido destruidos.
Usamos máscaras para nuestras caras,
pero necesito algo para mis ojos,
que no se vean tristes,
que no se vean chicos,
que se vea llenos de vida
y completamente alegres.
Puedo usar una máscara ocultando mi cara,
pero mis ojos se seguirían mostrando
y no podría negar como la estaba pasando.
Pero solo se fijan en la sonrisa
y creen en las mentiras más dichas.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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