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Una poesía que tal vez no debí escribir

Creo que sabías que aquella noche

era la última vez que la luna nos vería juntos,

hablamos de los viejos tiempos

sabiendo que nos convertiríamos en un recuerdo,

abrimos nuestros corazones y vino

para brindar por aquel sentimiento

que tenía tantos sueños

y dejamos durmiendo sin un despertar.

¿Realmente pude enamorarme de la noche

donde nos dejamos ir?

Me aferré a la vista llena de estrellas

porque sabía que aunque se apagaran,

ellas se quedarían.


Te hablé de él

y me hablaste de ella,

porque al fin de todo, éramos amigos

aunque algunos sentimientos se confundían,

a la vez todos lo sabían,

después de ti soy he tratado de ser más cuidadosa

con las mejillas sonrojadas, sonrisas tontas u ojos brillosos,

pero cada vez que siento, es mejor,

eso no quiere decir que se vuelva más fácil,

conoces mis complicaciones y errores.


Creo que sabías que aquella noche

era la última vez que la luna nos vería juntos,

actuaste diferente

para dejar un mejor recuerdo,

encuentro el tono de tus ojos café en el otoño,

pero no nos busco en aquel verano

que se fue entre olas,

nosotros hicimos que nos separara un mar.


Escribiste tu nombre en la arena

y no sé cuantas tonterías escribí en tu piel con aquel plumón,

todo se borró con agua,

no hay rastro de nuestro huracán.

Aquel departamento estaba a oscuras

así que salimos a mirar las estrellas

y aunque nuestras miradas a veces brillaran,

no podían ganar,

cierra los ojos,

se cerró el telón,

estamos entre los recuerdos

que apagamos.

No podía dormir aquella noche,

te reíste de mí,

pero me acompañaste,

salimos al balcón

y hablamos,

abrí mi corazón hacia a ti

esa noche sabiendo que era tiempo

de decirle adiós a los latidos

que por ti sonaban como mi vieja guitarra,

aquella que sabías afinar

y yo nunca supe tocar,

pero solías cantar para mí

aunque entre risas no se escucharan las palabras

o a mi corazón latiendo en el sentimiento.


Todo lo que sentía

era la revolución de las mariposas,

el temblor de mi pecho,

manos y piernas,

afortunadamente nunca me he vuelto igual,

pero a veces cuando siento me vuelvo idiota,

así que cuando sentí algo por él me sorprendí la tranquilidad,

era como si me sostuviera después del sismo,

te lo dije y sonreíste

porque sabías la forma que me hacías sentir,

afortunadamente el sentir después de ti me trae paz

aunque vivo en la guerra de no ceder ante mi corazón.

¿A dónde se llevaron el sentimiento

aquellas mariposas?

En lo alto, demasiada drogada,

¿tú también fuiste una ilusión?


La noche en donde nos despedimos

fue más brillante

que aquella noche donde empezamos a hablar,

o tal vez era porque la vista no me importaba

si tu me mirabas.


Recordé You Belong With Me

y no sé en qué estaba pensando

cuando te la dediqué,

entendía tu sentido humor

así que ahora es un chiste aquella canción,

es historia todo el tiempo que estuve ahí,

tu sonrisa pudo haber sido un poema,

por suerte están las fotografías,

aunque no las he visto en tanto tiempo.


Aquella noche de verano,

brillamos con las estrellas

antes de mudarnos a otro cielo.


Me acompañaste esta noche,

¿hubo más estrellas esa vez

o más noches en las que mostramos nuestro ser?


No podía dormir aquella noche,

te reíste de mí,

pero me acompañaste,

después me dijiste que podíamos dormir juntos,

me reí de ti y nos deseamos buenas noches,

aunque ya había sido una buena noche,

me mantuve despierta para ver el amanecer,

mi amor no es tan brillante como el sol.


Tú lo sabías,

ahora ya ni una palabra es buena,

aun así sigo escribiendo esta poesía

y sé que tal vez no debería de escribirla.




Se cancela.


Hace unos meses volví a escuchar esta canción y me desbloqueó recuerdos, hasta parece que yo la escribí en ese tiempo.

 
 
 

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