Desde tu tumba
sueñas con mi muerte,
te levantas y viertes vino en tu copa,
rompes el cristal
para afilar tu colmillo
y le das forma a tu señuelo.
Me doy un baño con la luz de la luna
y me dejas una marca que se convertirá en una caverna,
el terror recorre mi sangre
para que te sepa más agradable.
Ahora mi nueva vitalidad
me roba la libertad,
ahora vivo sedienta
y oculta,
como si mis alas
cargaran con el peso de mi oscuridad,
estoy condenada,
pero me das fuerzas,
no las suficientes para escapar,
sino para esta maldición sobrellevar.
Me desvanezco entre los vapores
y mi reflejo no vuelve a estar en ningún espejo,
los fantasmas se convierten en sombras
y los vampiros ni siquiera pueden emitirlas,
¡cuánta eternidad me has brindado
y qué tan poca vida he vivido!
Echo de menos la luz del día,
mientras ellos viven
yo estoy en una tumba
convirtiéndome en una pesadilla,
velando su sueño para alimentarme de su sangre
y preguntándome por la vida
que me hiciste dejar atrás.
Un profundo sueño
y fúnebres ecos,
ahora con las estacas que nos clavaron
podrán construir una casa
y brindaran con la copa rota que ya no estaremos más.
A finales de noviembre, me amaneció una marca rara en mi hombro y como broma dije que me había chupado un vampiro o que era señal que ya me iba a morir (claramente las dos teorías esas eran contrarias), no había otra explicación (realmente no había otra explicación, nada había pasado para que se creara esa marca). Pero la cuestión del vampiro tampoco era tan cierta porque ni siquiera había dormido (tengo un terrible insomnio, pero no quiero hablar de eso) antes del alba, así que si un vampiro (en dado caso que existieran, claro) me hubiera chupado, yo me hubiera dado cuenta (o tal vez me borró la memoria).
Las marcas raras no son tan raras, generalmente me aparece sangre molida nomás por existir (así de la nada), pero esa marca era diferente, esta vez no era una marca creada por el puntillismo en mi piel, tampoco es que me haya preocupado, dije “ya me voy a morir, iré por un café al Holy Place para celebrar” y a los días desapareció, pero en mi mente dije que tenía que escribir algo al respecto.
También unas semanas después, en tiktok le mandé a Fer un examen de amistad que consistía en decir en mundo de fantasía yo cuál sería, había ciertas opciones y ella dijo que yo sería vampiro y/o hechicero, le dije que según yo (por las representaciones de esas imágenes) sería elfo y/o hechicero, ella dijo que también pensó en la opción de hechicero (o si no al revés), pero que sabe que soy un ser nocturno y el vampiro va más con eso. Así que me dije: ok, haber que se me ocurre para escribir con la temática de vampiro.
Lo de estacas y construir casa claramente pensé en la película de Piglet en Winnie Pooh, la canción “un amigo, una estaca o dos”.
Tenía una foto con drácula (mi hermano disfrazado), pero no la encuentro, ni modo, aquí la dejaré por si aparece de nuevo. Y nada más.
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