¿Realmente fueron tus nubes grises
o fue causa de mi cielo?
¿Realmente el otoño te afectó
o solo te diste cuenta que estabas en un yermo?
¿Realmente trataste de atrapar mariposas bajo la tormenta
y fueron los truenos los que te asustaron tanto
que te rendiste?
Prendiste en llama a los pájaros
para intercambiar el cielo
con el infierno,
¿podrías decir si realmente lo valió?
¿Qué fue lo que pasó?
¿Acaso alguna vez fue algo real?
Yo ya no lo sé,
pero no fui yo quien empezó a dudar.
¿He sido yo el problema?
¿Por qué ninguna de mis malditas preguntas
tendrán una santa respuesta?
Y sé que saberlo no me salvará,
solo le daría un descanso a mi cabeza,
incluso si eso rompe a mi corazón, más.
Desaparecieron todas tus apariciones
y te has convertido en una momia sagrada
con todas mis vendas sangrientas,
lavarlas solo las arruinará
y me niego a verte si luces así,
como un (maldito) extraño.
¿Fueron mis grises
los que te atormentaron?
Entiendo la decepción mejor
cuando voy al mar
y me quedo esperando un atardecer
que jamás prende en llamas,
pero me quedo un rato más
para que la oscuridad disimule mi mirada decaída
por no ver como el sol cae,
ahora tú también lo entenderás.
¿Mi corazón era tan pesado
que tuviste que soltarlo
o entre todos tus vacíos
se esfumó?