¿Las cadenas que tengo como huesos
me separaron de tu cuerpo?
no quiero ser desterrada,
pero habito en tu ausencia.
Ausencia,
esparcida por todas partes,
completamente,
no he hecho más que romperme
para ver si algún pedazo tiene suerte
y me hace volver a encajar en lo que tú eres.
De ti tengo
nada más que ausencia,
la reclamo mía
cuando no puedo ser tuya.
Le di de mis alas
al cometa,
se ondean las banderas
bailando con tu ausencia,
dime por dónde andas
y cómo te va, que no puedes llegar.
Escucho tu voz a lo lejos,
pero no sé a qué dirección dirigirme,
no he hecho más que perderme
entre los trazos que yo misma dibujé
y aún no puedo cruzar la maldita línea que nos separa,
¿qué nos depara? todo me dispara.
Los llantos ahogados,
la voz del agua,
ausencia sonora
que puedo escuchar cuando callas.
Distancia,
ausencia,
no sé qué nos separa.
Mi ausencia
¿a qué te recuerda?
tu ausencia está en todo lo que toco
y no puedo sentirte más.
Uno no puede morir por una ausencia
porque de ella nacen los fantasmas,
mis demonios me han declarado la paz
y dijeron que desde que me despoblaste
no he hecho más que reinar en un infierno.
Donde quiera que vayas,
ausencia,
donde quiera que sienta,
dolencia.
Últimamente pienso más en ti
que en tu ausencia
y últimamente pienso más en tu ausencia
que en ti.
Ayer andaba leyendo a Miguel Hernández y en el libro de poesía esencial de él que compré no venían dos poesías que ya había leído y me habían gustado (tanto así es mi suerte), así que no tuve otra opción más que transcribir sus poesías en su poemario y ¿por qué no? Escribir poesía.
Aquí dejaré su poema:
Ausencia en todo veo:
tus ojos la reflejan.
Ausencia en todo escucho:
tu voz a tiempo suena.
Ausencia en todo aspiro:
tu aliento huele a hierba.
Ausencia en todo toco:
tu cuerpo se despuebla.
Ausencia todo pruebo:
tu boca me destierra.
Ausencia en todo siento:
Ausencia, ausencia, ausencia.
AUSENCIA de Miguel Hernández en Cancionero y romancero de ausencias.