Solo somos corazones jóvenes,
algunos vientos
doblan nuestros latidos
y todavía no dominamos el dolor
mientras le tenemos miedo a la vulnerabilidad del amor.
Nuestros corazones
han cambiado de colores
así como el cielo,
pero la luz me ha estando guiando a este amor,
corazón rojo, el atardecer jamás fue tan intenso,
corazón dorado, ni las estrellas brillaron tanto,
corazón gris, me desvanecí,
corazón azul, ahora puedo verlo claramente.
Solo somos corazones jóvenes,
mañana lo sabremos mejor,
pero tal vez no sentiremos más.
Ocultamos lo que sentimos
como si pudiéramos sentirlos
para siempre,
guardaré mi amor para una ocasión
que jamás llegará
aun si tenemos tiempo
por los corazones jóvenes
que somos
y no volveremos a ser.
Mi corazón se inundó
y para no hacer un desastre al desbordarlo
preferí encerrarlo sin importar si me ahogaba,
ahora nosotros estamos bailando entre el ritmo de las olas
y lo que alguna vez estuvo perdido encontró su lugar.
Los corazones jamás han sido sabios,
pero entre la profundidad hay algo real,
odio tratar de entender mi corazón
porque no aprendo a ser libre en su sentir.
Corazones jóvenes,
desgastados
aun con valor en él.
Aún hay lugares donde no hemos estado
y si el camino siempre lleva a un final
entonces seré firme hasta en mis tropiezos.
Descubrí una parte de mí
al sentir por ti,
pero no lo sabrás
porque eres un corazón joven.
En mi cumpleaños salió el nuevo disco de Birdy y la canción “Young Heart” me llamó la atención así que decidí escribir una poesía en honor a ella, aunque la historia de esta poesía es sobre un inicio que no puede comenzar en una canción que expresa sobre el final.