El (des)tiempo nos volvió dos extraños
y sé que no quieres conocerme de nuevo,
¿en qué resignación encontraré la aceptación?
Es mentira que el tiempo sabe
cómo poner las cosas en su lugar…
el (des)tiempo solo sabe cómo a las personas alejar.
Debo admitir que
tu recuerdo sigue clavado en mi corazón
como si fuera una tachuela en el tablero,
lo sostiene y salva para que no se rompa más,
como si hubiera esperanza de poderse entregar.
He podido ver a través de esta neblina,
pero sin ti este paisaje es tan fantasmal.
Da un paso hacia atrás,
acércate acá.
Si el invierno se ha ido,
¿por qué sigo sintiendo tanto frío?
seguramente es este resfriado
que me tiene temblando y alucinando,
porque si has dejado de estar,
¿por qué sigo buscándote en todo lugar?
Este tiempo solo sabe de deshoras,
de realidades lejanas,
del exilio de los sueños,
de despertares con los ojos cerrados.
¿En qué momento nuestras palabras
se convirtieron en un silencio puro?
seguir el eco no me hará encontrar tu voz de nuevo,
ahora lo sé… solo me he perdido más.
Fluyó el silencio
y se hicieron nudos en la garganta,
me desgarro y no puedo romperlos.
Es hora de aceptarlo,
en este presente
todo está ausente
y es tiempo
de yo también dejarme.
Créditos de la ilustración a: Cynthia Tedy
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