La libertad se trata de saber
qué tantos lugares
puede abarcar esta tristeza.
La libertad se trata
de qué tanto puedo avanzar
sin dejarte atrás.
La libertad se trata
de qué tanto puedo extrañarte
sin volverme una extraña
porque ya no soy contigo
y ya no me (re)conozco.
La libertad significa saber
en qué lugar me duele más tu ausencia
en vez de irte a buscar.
Esta libertad mía
se trata de querer estar en tu cielo,
pero seguir volando,
preferiría tu cercanía
que esta altitud.
Ahora sé en qué pasaje
me duele más no ver tu paisaje,
aquí viene otro atardecer
que no podremos posponer.
Y si me preguntas
qué tipo de libertad prefiero,
respondería que aquella que encierra
(a) un beso o un abrazo.
