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La vida se va

He cambado de ropa de cama

y han empeorado mis horas de sueño,

las ojeras han ido creciendo

y las noches se han hecho más largas,

he estado teniendo problemas para conciliar el sueño,

pero coincidimos en un sueño.


Hace unas noches pensé cosas que no debía

y terminé llorando,

ojalá las dudas se resolvieran,

pero ninguna lágrima tiene una respuesta,

solo son interrogantes cayendo,

despedazándonos.


Estos últimos dos días estuve tan consiente en mis sueños

que no recuerdo cuando caí dormida,

pero me levanté sin energía.


He estado evitando escribir,

pero aún no me salgo del margen de las hojas.


El miércoles fui a una cafetería con Aldair,

hablamos de todo un poco,

reímos y el silencio nunca se sintió incómodo.

He estado repitiendo insomnios,

cada noche tiene menos historia.

El sol invade mi habitación

y me arropa con sus rayos de luz,

pero no me comparte de su amanecer.


Las horas pasan

y la vida se va,

no sé qué estoy haciendo,

ojalá esta nada se convierta en algo.


Ayer me volvieron a contactar

y debo presentarme el lunes a “trabajar”,

odiaré madrugar,

ojalá pueda descansar.

Hace días le mandé un mensaje a Gaby

y realmente no supe qué decirle,

no puedo detener su sangrado

ni sostener sus pedazos,

algún día nos estaremos riendo, no de esto,

o tal vez solo lloraremos,

tiene la clase de dolor que jamás se supera,

ojalá sepa cómo sobrellevar su pérdida.


Jocelyne tomó el vuelo al destino que no quería llegar,

espero que vuelva pronto,

tal vez regresará en vacaciones,

quedaron algunos planes pendientes

y esperaré con gusto

aunque no existe nada seguro,

la última vez que hablamos ella estaba bastante peda,

aprovechó y me dijo que me quería y que tenía un valor en su vida,

que afortunada soy porque también me lo dice estando sobria.

Volví a pasear a Bailey,

no sé quién tenía más ganas de salir,

le ladraba a toda persona que veía,

ayer un wey le ladró como respuesta y se rió,

al parecer solo puede ladrar ella.


Los vecinos que me caían bien (por sus perritos)

se cambiaron de casa,

ahora es una calle más solitaria.

Tessa ha estado ladrando todas las madrugadas,

dicen que no deja dormir,

yo ni siquiera lo intento.


He estado leyendo poemarios,

ya perdí la cuenta de cuantos,

he estado subrayando,

he estado sintiendo.

Vi videos de encuadernación artesanal,

ya me he estado preparando para mi poesía.


Hoy fui a una cafetería con Ana y Carla,

disfruté de la compañía y bebida,

nos despedimos con un abrazo

y en vez de adiós, las ganas de volver a vernos.

Aldair ha estado poniendo “no se habla de Bruno”

él no lloro viendo Encanto.

Decidí que mi apellido se conservaría

solo por el genio de Lin-Manuel Miranda,

pero mi familia podría ser peor que la Madrigal y la mierda.


Aldair y yo hemos vuelto a ver WandaVision

y tal vez nunca superaré la frase

“eres mi tristeza y mi esperanza, pero sobre todas las cosas, eres mi amor.”


En la otra vida practicaré arquería,

en esta vida me tatué un arco y una flecha,

como dijo Taylor “he sido la arquera, he sido la presa”,

realmente hace años me llama la atención la arquería,

no sé si por Mérida de Valiente, Mary o Francis en Reign

la canción de Taylor o ahora por Kate Bishop,

tengo una pésima puntería, tal vez algún día lo intentaré,

ah, pero que flechazo tengo con Andrew Garfield.

Tantas lunas,

tantas noches

y este maldito insomnio,

ojalá estos días no sean la vida.


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