Ojos fijos
ante el espejo inmóvil,
reconozco su imagen
sin ser capaz de complementar su rompecabezas.
¿Quién está ahí?,
¿quién realmente soy yo?
siempre que me miro al espejo
escucho al agua correr,
tal vez soy una pequeña ola
y mi mar atesora más a las rocas
que a las espumas.
He perdido cada parte de mí,
siempre trato de reincorporarme en la orilla
y nunca puedo reclamar aquella tierra,
no me queda más que las banderas
y las he colocado en donde tus mapas no podrán señalarlas,
yo tampoco sé dónde quedan.
Ojos fijos
ante el espejo inmóvil,
mi palidez ahuyentó a mi sombra,
estoy cansada de huir de todo(s), menos de mi misma.
¿Quién está ahí?,
¿qué habita en mí?
siempre que me miro en el espejo
escucho al agua correr
gritándole al viento que solo soy agua estancada,
así que dejo de respirar
para ir al fondo de mí,
luego no puedo salir de ahí.
Ojos fijos
ante el espejo inmóvil,
mi reflejo en el lago cambia con las pequeñas ondas
y en la tierra mi sombra me convierte en una alma desértica,
¿quién realmente soy yo?
Ojos fijos
ante el espejo inmóvil,
lo trato de tocar
hasta que la frialdad del cristal
me hace temblar,
hay una parte de mí a la que jamás voy a llegar.
“No sé qué miro en este
fijo rostro de vidrio,
pálido entre las luces
finales, y aún despierto”
Vicent Alexaindre en El Inquisidor, ante el espejo
Según mis notas, tengo desde el 22 de septiembre con esta idea de poema, finalmente llegó el día de escribirla y darle vida.
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