Hoy me di cuenta que en la palabra problema
está escrito poema,
pero tratamos de escribirlos
tratando de solucionar nuestro desastre
sin darnos cuenta que solo dejamos entre letras
los rastros de nuestro caos,
al menos no estamos allí.
Mi primer apellido tiene escondida la palabra Mirada,
pero fue él mismo que me hizo tener los ojos nublados
hasta que encontré un arcoíris en mi alma,
al otro lado jamás estuvo el amor,
solo un corazón que merecía ser salvado.
En las primeras letras de mi otro apellido habita un Mar
y tengo tatuada una ola en mi brazo izquierdo,
no es por eso,
los náufragos no necesitamos recordarnos
que nos perdimos en un océano,
aún trato de navegar en mí,
pero mis lágrimas me conducen a mi nada
y la paz es un ancla
que en vez de encajar,
llega a romper,
aun así buscamos piezas en ella,
basta una guerra para jamás estar completos.
Las primeras 6 letras de mi segundo nombre piden Merced,
tal vez por eso nunca uso ese nombre
y la mayoría de los que me han llamado así
me quitaron la voz,
que bonita gracia carga mi desencanto.
Ana solo es Ana,
en su corto nombre
no se pudo expresar
así que buscó más
y se encontró en poemas.
Ana solo es Ana,
vaya p(r)o(bl)ema.
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