El vitral se detalla
con toda la belleza
de la lejanía
y con la vida tardía
de aquella ventana
que jamás se abrirá.
Toda la desolación es iluminada
y toda la decadencia está en lo impalpable
para que jamás se destroce.
Te contemplo como una renuncia
y perforo mis ojos con la despedida,
déjame colocada en los corredores
como si fuera un vitral queriendo correr a los alrededores.
Hay un esplendor en mi interior,
¿me darás calor?
mi negación está en tu aura,
mi oscuridad está en tu alma,
y los vitrales siguen siendo iluminados
aun cuando en los espejos no haya reflejos.
Sellas mi ausencia
y nombro a las nubes
por las formas que te ciegan,
no son murallas las que separan,
solo un vitral
y estoy observándolo,
convirtiéndome en un espacio,
aceptando un abismo,
al menos el paisaje estará detallado
con toda la belleza de la lejanía
y los sueños de una vida tardía.
Una foto que le tomé a un vitral bonito del castillo de Chapultepec:
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