Nuestros bisabuelos eran amigos cercanos,
ellos nunca sospecharon que algún día naceríamos,
jamás planearon nuestras vidas,
y creí que sería algo romántico el dato,
pero desde el principio estaba claro,
tú y yo solo seríamos líneas que se cruzarían,
Donovan,
¿nuestros horizontes a dónde van?
Tu bisabuela me regalaba lo que solía darle a sus bisnietos,
tú y yo nunca fuimos más cercanos que eso,
y creí que sería algo romántico,
pero jamás fue algo magnético
ni enigmático.
Fuiste un producto de un San Valentín,
claramente algún día sentiría amor por ti,
mi ilusión se materializó,
mas nunca nos unió.
Nunca apareciste en mis sueños
y siempre dormía pensando en ti,
desde el principio estaba claro,
tú y yo solo seríamos líneas que se cruzarían.
Estoy segura que mi abuela te vio más de una vez,
posiblemente en tu niñez,
la perdí tres años antes de conocerte,
la vida no alcanzó para decirle lo mucho que me gustabas,
ella me hubiera dicho “qué curioso, tienes la misma edad
de cuando tu mamá se enamoró”,
pero desde el principio estaba claro,
tú y yo solo seríamos líneas que se cruzarían.
Y te quise como si cumpliera un destino,
pero ¿qué sabía de la vida o del amor a los 16?
y te quise con el alma
olvidando el miasma,
era evidente, no compartimos la misma alma,
y sé que ella te ama,
apuesto que sus bisabuelos no eran cercanos,
pero ningún antepasado es algún tipo de destino,
ustedes lo son,
lo supe desde que los vi,
por eso hace meses no me sorprendió cuando una amiga me dijo
que ustedes llevaban siete años
y que ya vivían juntos,
brindamos con mi café frío y su limonada por su relación y amor,
cuando le dije que eras tú quien me gustabas en aquella época
gritó tu nombre por todo el restaurante,
me dio igual, sabía que no estarías ahí ni en ninguna parte.
Las terminaciones de nuestros nombres están al revés
y no significa nada,
siempre fuimos contrarios,
yo de primavera y tu de otoño,
desvaneciéndonos desde el primer toque
como una flor que esperó demasiado,
mi bisabuelo trabajó en una cosecha,
si no hubiera muerto cuando yo tenía tan solo un año
él me hubiera dicho que mi (elemento) tierra no estaba hecha para tu (elemento) agua
y que no cultivaríamos nada,
solo líneas que nos separarían.
Las estrellas fugaces
se convirtieron en estelas de condensación,
porque tú y yo solo serían líneas que se cruzarían,
¿lo que vi en ti me lo inventé para mí?
Mi amiga me dijo que tú eras de los buenos,
yo le dije que jamás tuve duda de eso,
no fuiste un ideal, eras real,
lo que tu ser podías transmitir era mera pureza,
fui afortunada de haber coincidido contigo,
¿fuiste afortunado porque por mí fuiste querido?
los poemas antiguos hablaran
como un jeroglífico que jamás entenderás,
no te preocupes, no hay nada por descubrir.
¿Recuerdas aquel año nuevo?
estabas con tu familia
y yo con la mía,
un cruzar en la calle nos dividía,
tu lanzaste fuegos artificiales
y yo solo vi la pólvora caer,
pero abriste algo en el cielo
y tanto humo no me dejo verlo,
las líneas que ni siquiera cruzamos
se convirtieron en estrellas que me guiarían
a alguien más,
tal vez él y yo también seríamos solamente líneas que se cruzarían,
pero hubo una constelación,
no solo estelas de condensación.
No hay nada que nos haya unido,
no tenemos nada pendiente por resolver,
y solo tal vez en un par de décadas
nuestros hijos se conozcan,
me reiría mucho si Marvick o Alba
me dijeran que sienten amor por alguno de los tuyos
y sé que mi mamá les diría “¿no te parece romántico?,
cuando tu mamá tenía 16 años le gustaba mucho Donovan,
puedes dedicarle alguno de los poemas que ella alguna vez le escribió”
y mi esposo se reiría porque sabría que esos poemas
nunca estuvieron cerca de ser buenos
porque tú y yo solo seríamos líneas que se cruzarían,
cometas de papel enredados,
no un cometa para mi tierra,
y yo no tendré que explicarle que
las estelas de condensación
jamás pudieron ocultar ni despedazar ninguna gran constelación.
Hace años no escribo sobre este wey, pero un poema más (y final) no se le niega a nadie (por mí y para mí).
Claramente el wey escorpiano no se llama Donovan, pero su nombre sí rima con eso. Todo lo demás del poema sí es cierto (y recordemos que yo no soy fan de poemas que dan detalles ni explican cosas reales, pero como es una herramienta que solo puedo utilizar una vez en la vida, tuve que usarla para no volver a revelar nunca nada de nadie, de esa forma.
Lo que tampoco es real es el final, no creo casarme ni tener hijos (aunque aprecio mucho los nombres que les pondría, en dado caso). ¿Muy Jo March de mi parte? SÍ, pero ella sí se casó y tuvo dos hijos con el Friedrich.
Y el chiste, para los que no sepan de astrología (yo tampoco sé, pero esto sí, no digo que lo crea, solo cuando convenga) que mi signo Tauro le pertenece al elemento tierra, y el elemento agua es compatible, (en este caso, mi signo con este wey, son signos opuestos y confirmo, una vez más la astrología atinándole y no demasiado)
Tauro también vendría siendo compatible con los otros signos de tierra, pero en mi experiencia, no, gracias a Dios.
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