Para recorrer nuestro cuerpo
tratando de descifrar que hay dentro de nosotros
debemos tocar nuestras heridas,
todos nuestros aprendizajes o la mayoría de ellos son de golpe,
nos dejan tirados, en el suelo pensando
“ojalá no lo hubiese sabido, volaba tanto alto”.
El crecer no se trata sobre extender nuestras alas,
crecer es acortar nuestro cielo,
cada año que pasa cambiamos de jaula,
hemos olvidado como es ver el cielo entero,
en nuestra vista hay líneas borrosas
que nos impiden apreciar lo que está a nuestro alrededor,
líneas que nos separan de lo que realmente queremos.
Nuestros aprendizaje son astillas,
nos dejan heridos y a la vez nos rompen
como si fuéramos de vidrio,
pero todo cambia, algún día nos transformaremos en acero.
El crecer no se trata de extender nuestras alas,
ojalá pudiéramos conservar nuestro espíritu.
¿Por qué el miedo es tan poderoso, es porque atrae?
Entre más me alejo de mis miedos más cerca estoy de mi cobardía.
Los pilares, las paredes, el techo, todo cae,
espero que aún tengas tus cimientos,
un poco de ladrillos y muchas ganas de (re)construirte.
Para florecer tenemos que arranca la maleza,
pero a veces la tierra sigue maldita
y le ponemos todas nuestras semillas esperando que crezca una,
pero ni toda el agua de nuestras lágrimas sería suficiente,
no está mal llorar, pero lo estamos haciendo en el lugar equivocado,
cada lágrima tiene un sentimiento, algunos pueden ser mágicos,
pero los malgastamos en cosas irreales o cosas que jamás valdrán la pena.
La vida es un huracán
y temblar solo hace más desastre,
pero quizá algún día se encuentre un equilibrio
o un silencio en medio todo ese ruido.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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