Jamás he estado interesada en relaciones que me llamen o me hagan llamarles “amor de mi vida”, porque yo ya tuve al amor de mi vida, ella es mi abuela.
La tuve por 13 años
y los demás años que he conseguido solo han sido daños
por ese amor que era tan fuera de este mundo,
que tuvo que irse al cielo.
Es ella mi amor más bonito
porque me hizo ver los otros corazones
y sentir el verdadero amor,
aunque debo admitir que por su pérdida,
cerré mi corazón,
pero he aprendido tanto
que necesito expresarlo.
Entendí que,
cuando dejas de pedirle a Dios por alguien,
él te lo entrega como un ángel.
Quienes la conocieron, me entenderán,
y quienes no, no me digan “lo siento por tu pérdida”
porque no saben todo lo que me hizo ganar mientras estaba viva.
No quiero hablar del sufrimiento que me hizo sentir,
menos de la depresión que conseguí,
porque ahora entiendo que el amor no se trata de cuerpos,
va más allá del ser
que es del alma.
Porque aunque ella era celosa,
mi corazón no puede ser posesivo,
porque debo permitirle a las personas volar,
eso es lo que el amor nos hace sentir con la libertad y felicidad.
Y no, aún no la supero,
jamás lo haré,
de eso se trata el verdadero amor:
de jamás superar, de siempre sentirlo.
Nuestro amor fue más bello,
fue con tantas cosas increíbles
como para arruinarlo por no poder tocarla,
porque aún la siento, aquí, en mí.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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