Siempre le he pertenecido
a la vida distante,
tu olvido es otra cosa irreal
en donde trato de entrar.
Los retazos de las sensaciones
no pueden cubrir,
no pienso en ti,
sin embargo sé que estás fundido
en alguno de mis pensamientos.
Lo que alguna vez sentí como muy profundo,
ahora está en el fondo
de mí,
ya ni siquiera lo siento en mí,
pero mi movimiento
sigue marcado en su ritmo,
lo ignoro y sigo mi camino.
Y yo te olvidé,
lo juro que lo intenté,
pero el olvido era un lugar frío,
te conservó,
yo te conservo.
Y yo te olvidé,
lo juro que lo intenté,
el sol de mi olvido
explotó antes de tu extinción,
todo allí era una deformación,
cuando hice que tu alma se adentrara
salieron tus sombras,
el olvido es una sombra,
puedo verla en cada cosa.
Y yo te olvidé,
lo juro que lo intenté,
el olvido es un lugar oscuro,
aún eres lo primero que veo cuando cierro mis ojos.
No sé dónde te puse,
entonces creí que te había olvidado,
porque no sé dónde está el olvido.
El olvido no puede ser un lugar frío,
porque entonces te conservaría,
y sin tenerte ya, ¿cuántas veces más tengo que perderte?
Y jamás puse resistencia al recuerdo,
pero sabes que la vida es un bloqueo.
Y si prefieres la indiferencia
entonces tendrás mi benevolencia.
Y como toda indiferencia
honraremos más al olvido
que a nuestras memorias.
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