Estoy cansada de romper tu corazón,
así que romperé el mío,
otra vez,
me importan más tus lágrimas
que mi sangre.
Me he perdonado de todas las veces que me he lastimado,
pero no puedo soportar como nublo la habitación cuando estamos tú y yo,
no soporto la expresión de tus ojos
ni las lágrimas que te hago derramar.
No sé lo que quieres de mí,
pero sabes que no lo puedo cumplir.
Dices que me quieres infinita,
pero me dices que me comporte cuando estoy un poco más allá de lo que soy.
El sonido de mis sollozos y susurros es igual,
el sonido de mi risa y de mi corazón roto no es el mismo,
pero los dos son una bella tragedia
y debes aceptar los dos porque me hacen ser quien soy.
Quieres llenarme de rosas,
pero temes que me enamore de las espinas.
Quieres que sea mas abierta,
pero cuando se cierra el telón no estás.
Me pides que te comparta de mi espacio,
pero no soportas mi vacío.
Me pides que sea abierta,
pero cierras tus ojos cuando lo hago.
Soy los colores viejos de mi habitación,
la oscuridad de mi rincón,
no puedo dormir sin mi cojín rosa
porque la vida nunca se pinto así,
solo mis sueños.
Tienes que aceptar lo que soy
y olvidar lo que quieres de mí,
soy mi parte rota
y aunque me arme de nuevo,
no podrás borrar las marcas.
Me reprochas sobre mi tiempo perdido,
pero las agujas del reloj tampoco han sabido sanarte.
Soy mi oscuridad y frialdad,
te aseguro que el fuego que sueles prender
algún día será para quemarme,
porque esta bruja arruina todo final feliz.
Me pides sinceridad,
pero me das un libreto
y quieres que olvide mi historia,
sin ella no fuera lo que soy ahora.
Amas mi frente en alto,
pero no puedes evitar que agache mi mirada cuando algo me duele.
Sé que nací en primavera,
pero no puedo ser siempre así,
floreciendo todo el tiempo,
tienes que aceptar el cambio de las estaciones,
que a veces me marchitaré y cada parte de mí estará por allí,
olvidándose de la vida que di,
recordándome mi muerte.
Me pides sinceridad,
pero solo quieres escuchar mis buenas historias,
empecé a escribir poesía solo porque estaba triste,
te la recitó, escribí esto para ti,
¿aceptarás mis días malos
o rechazarás la idea de que no toda vida es (siempre) buena?
Sé que sufres por mi dolor,
así que suéltalo y déjame.
Déjame ir,
déjame vivir,
incluso morir.
Odias mi frialdad,
pero también cuando estoy quemando con mi fuego.
Le pones caramelo extra a mi frappe
y jamás me darías un café negro,
porque quieres lo más dulce para mí,
pero debes aceptar que el mal también nos compone,
solo que tú crees que nos destruye.
Toda mi vida he crecido en una casa vieja,
pero estamos más rotos lo que hemos vivido en ella,
jamás pintamos las paredes,
pero ocultamos lo que está escrito en ellas.
No quiero mentir,
acepto mi dolor,
acepto lo que soy,
¿tú no?
¿Quién quieres que sea?
No soy de barro,
pero siempre has intentando moldearme,
no sé ser yo
porque nunca me permitieron descubrir lo que había en mí.
¿De qué me sirve estar con alguien
si no podré compartir mi ser?
Odias que dejo todo ir,
pero no estoy para aguantar,
solo que tú no quieres saber sobre eso.
Sabes que puedo soportar bien mi soledad,
no tengo miedo de estar sola,
le temo a no ser real,
pero no me permites ser sincera ni conmigo misma.
Mis problemas nunca han sido por estar sola,
siempre ha sido por estar con alguien y no poder ser.
Dices que soy difícil
y que no me encariño,
solo ves lo que quieres ver
y no lo que es,
porque ponerme de la mala
siempre los hará sentir bien con ellos mismos.
Dije que en este año iba a ser más sincera,
no prometo más poesías,
solo verdad en mis palabras a través de ellas.
Después de todos
termino regresando con las hojas en blanco,
me gusta lo vacío,
es como yo
y me acompaña.
Quieres saber sobre mis sueños,
pero las pesadillas también lo son.
Deja de pedirme algo
que no estás dispuesto a dar,
ni siquiera a aceptar.
Si quieres volvamos a ser como antes,
cuando no éramos nosotros mismos con el otro
y fingíamos que nos conocemos.
Si quieres volvamos a ser como antes,
cuando no teníamos idea de lo que recorría en nuestro ser
y nos estancábamos por lo que fue o no era.
Volvamos a lo que antes fue,
cuando no éramos.
Volvamos tiempo atrás,
donde no éramos seres cercanos,
todo era mejor así,
no estabas cerca de mis heridas
y yo no era quien te hería,
pero me querías.
Odias que mi corazón haya estado intacto,
pero cuando lo tocas te das cuenta de mis heridas,
odias también lo roto de mí
y por más que haya sanado,
te enferma la idea de mí así.
No fue tu culpa,
no pagues el precio.
Dime que es lo que quieres de mí,
mejor dime que me quieres así.
No me pidas hablar
si no podrás soportar la verdad.
No me pidas que deje la puerta abierta
y te vayas, hay mucha inseguridad aquí.
No abras mis ventanas,
no me gusta estar expuesta,
pero te permití ver aquello que no me gusta ver de mí,
quisiste darme otra imagen después,
pero estoy orgullosa de lo que ahora soy,
¿por qué no puedes aceptarme así?
Déjame romper mi corazón,
deja que vuelva a ser intacto.
Siempre me cuestionaste sobre mis relaciones,
pero también sobre mi soledad,
no te gusta que sea yo ni mía,
¿no te das cuenta que quien debe cambiar eres tú?
Te confié mi vida,
no tengo que vivir así,
confiando en alguien que no sea yo.
Derribé mis muros por ti,
pero dejaste que todo cayera sobre mí.
Siempre me gustó mostrar mi indiferencia hacia las personas,
para cuando me aceptaran pudieran descubrir lo bueno de mí.
No me gusta generar expectativas,
pero cuando te mostré lo mejor de mí
pensaste que siempre iba a ser así.
Estar bien con alguien
es contarle sobre lo que te hace mal…
No puedo aceptar que alguien esté en mi vida
si no puede aceptar mis días malos,
¿entiendes?
Acéptame completa,
rota y vacía,
o déjame así, justo aquí.
Estoy cansada de romper tu corazón,
déjame romper el mío.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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